Protege a profesionales, en relación al daño financiero producido a terceros, como consecuencia de un error u omisión en el servicio profesional ofrecido (por ejemplo: contadores, abogados) y cuasi-profesionales (por ejemplo: corredores de bienes raíces, consultores, corredores de seguros y reaseguros). Estas pólizas están diseñadas para cubrir financieramente a un tercero.